Empate clásico

Los jugadores de Independiente con bronca por el gol en los últimos minutos.

Los jugadores de Racing con la frente en alta tras finalizar el partido.

Nuevamente el clásico de Avellaneda arrojó un empate pero hubo un equipo superior que aunque usted no lo crea fue Racing. Tal véz fue superior por lo mal que jugó Independiente y no por méritos propios pero hay que destacar lo que corrieron los jugadores de Racing. Independiente jugó muy mal, al principio se encontró con un par de jugadas interesantes que hicieron pensar por segundos que dominarian completamente el partido pero no: rápidamente Racing comenzó a atacar (tuvo una de Luguercio que dió en el travesaño y otra que cabeceo sólo ante el arco vacio pero la pelota salió) y los jugadores del Rojo empezaron a jugar rústicamente y defensivamente. Cerca de finalizar el primer tiempo llega el primer gol de la tarde: tras un disparo fuerte de Mareque al arco, Migliore dió rebote y Montenegro alcanzó a empujarla adentro desatando la alegría en los hinchas rojos. El gol no fue nada lindo de hecho fue algo feo pero para destacar es que Montenegro, nuevamente, marcó ante Racing.

En el segundo tiempo se imaginaba que Borghi hablaría y cambiaría para bien... pero fue para mal. En el Segundo Tiempo Borghi cambió los tres delanteros por mediocampistas (salieron Higuaín, Nuñez y Gandín e ingresaron Calello, Ríos y Grisales) y el Rojo seguía sin ideas. Este segundo tiempo fue algo aburrido y a lo último luego de tantos ataques academicos se veía venir el gol de Racing. Este llegó faltando dos minutos tras un centro parecido al gol que Estudiantes le convirtió a Independiente por la Copa Libertadores, sin dudas un aspecto a mejorar en los diablos.

El clásico terminó 1 a 1, con hinchas de Racing festejando y la bronca del Rojo que tenía ganado el encuentro. Sin dudas, Racing fue muy superior a un Independiente que tal vés golpeado por la tempranera eliminación de la Sudamericana no tuvo su día.